«Una vez que ves una erupción, no puedes vivir sin ella.»

 

Catherine Joséphine “Katia” Krafft (1942–1991) fue una vulcanóloga francesa que, junto a su esposo Maurice, dedicó su vida a estudiar y documentar volcanes activos por todo el mundo.

Fascinada desde niña por la fuerza de la naturaleza, estudió geoquímica en la Universidad de Estrasburgo y emprendió una carrera marcada por expediciones a los rincones más peligrosos del planeta.

con un traje plateado resistente al calor, se acercaba a escasos metros de ríos de lava o columnas de ceniza para captar imágenes únicas que ayudaron a comprender mejor estos fenómenos y a prevenir desastres.

Su trabajo fue clave en la evacuación de miles de personas, aunque su pasión la llevó a perder la vida en 1991 durante la erupción del monte Unzen, en Japón.

Sabías que… 

Desde pequeña sintió una fascinación profunda por los volcanes. Su primer encuentro fue al ver la erupción del Stromboli durante un viaje familiar, un momento que marcó el inicio de una vocación que la acompañaría toda la vida.

Estudió física y geoquímica en la Universidad de Estrasburgo, donde conoció a Maurice Krafft. Juntos formaron un equipo inseparable que unía el rigor científico con un instinto aventurero sin igual.

A lo largo de su carrera, Katia capturó más de 300 000 fotografías y grabó cientos de horas de vídeo, creando uno de los archivos visuales más completos sobre volcanes activos que existe en el mundo.

Su osadía le valió, junto a su esposo, el apodo de “los diablos de los volcanes”. No dudaban en caminar a escasos metros de la lava incandescente o permanecer bajo lluvias de ceniza para obtener la imagen perfecta.

Las imágenes que tomaron de la tragedia del Nevado del Ruiz en 1985 fueron tan impactantes que ayudaron a convencer a las autoridades filipinas de evacuar a tiempo durante la erupción del Pinatubo en 1991, salvando miles de vidas.

Las imágenes que tomaron de la tragedia del Nevado del Ruiz en 1985 fueron tan impactantes que ayudaron a convencer a las autoridades filipinas de evacuar a tiempo durante la erupción del Pinatubo en 1991, salvando miles de vidas.

Aprende con Katia

Marketing para tu negocio

Divulgación científica

Transformó la percepción pública de los volcanes con imágenes y documentales que mostraban su belleza y peligrosidad.

 

Prevención de desastres

 Su metraje fue clave para que gobiernos tomaran medidas preventivas ante erupciones inminentes.

Legado Inspirador

 Abrió camino a más mujeres en la vulcanología y dejó un archivo visual único que aún se estudia.

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